Antes de la llegada de los europeos, el territorio estaba poblado por indígenas nómadas, tehuelches.
Las costas fueron avistadas por la expedición española al mando de
Hernando de Magallanes en
1520. Poco más de una década más tarde,
Simón de Alcazaba y Sotomayor exploró gran parte del territorio y fundó la primera población española en el actual territorio argentino, sobre la costa algo al sur de Camarones; esta incipiente — aunque efímera — ciudad se denominó Puerto de los Leones. Alcazaba murió durante una sublevación de una facción disconforme entre su tropa.
El territorio fue recorrido por misioneros en los siglos XVII y XVIII.
La zona cordillerana y precordillerana occidental (es decir la de los valles ubicados entre la
cordillera de los Andes– al oeste– y la cordillera de los
Patagonides –al este–) fértil, con numerosos lagos y cubierta de bosques recibió el nombre
tzon'k de "Chulilaw" (este topónimo se mantiene en
Cholila) o en los mapas españoles como "País de las Frutillas". Es en esta misma región que se supuso uno de los últimos emplazamientos de la legendaria
Ciudad de los Césares muy probablemente al llegar noticias de los placeres (yacimientos) de
oro próximos a
Esket (actual
Esquel)
Un primer intento de colonización española se concretó al ser fundado el
Fuerte y Puerto de San José de la Candelaria en la zona de la
Península Valdés, el 7 de enero de
1779. Gran parte de los colonos eran
maragatos. La colonia fue reducida a la categoría de establecimiento militar (fuerte) en 1784, conservándose hasta el 7 de agosto de 1810, fecha en que fue arrasado por los tehuelches.
Península de Valdés:
La Ley Nº 28 del 17 de octubre de 1862, dispuso que todos los territorios nacionales existentes fuera de los límites o posesión de las provincias sean nacionales. Hasta entonces las provincias de Buenos Aires y de Mendoza mantenían pretensiones sobre los territorios patagónicos.